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martes, 14 de junio de 2011

EL DIABLO SE VISTE DE MORADO!



Jose Luis Malkun

Autosuficientes, arrogantes, soberbios y bien dotado de recursos, los peledeistas no aceptan críticas de nadie, reprenden a los que cuestionan sus desaciertos y ofenden y maldicen a sus adversarios políticos. Creen que están por encima del bien y del mal.

Sus conflictos internos lo manejan como una logia y sus decisiones son impuestas de arriba hacia abajo. El que se atreva a externar una opinión en público contraria a ese autoritarismo, es castigado sin reservas.

Es la maquinaria política que esta sociedad ha creado dándole todo el poder, bajo el supuesto de que eran los salvadores de la economía, los dioses del Olimpo, los hombres que desterraron el mal, los que encontraron el camino hacia la felicidad eterna del pueblo dominicano. Y por eso se creen con el derecho de cometer toda clase de fechorías y aun así ser merecedores de un gran reconocimiento.

7 años después y haciendo un balance de lo que estos genios han hecho con el país, mucha gente se pregunta si estaban ciegos, hipnotizados, drogados o simplemente engañados por una prensa que solo destacaba las mentiras que se fabrican en los pasillos del Palacio Nacional o en cualquier rincón de uno de los tantos basureros públicos, que aquí llaman instituciones.

Pero nadie debe sentirse culpable de eso ya que bajo ciertas circunstancias, a uno le venden fantasías, que bien mercadeadas, parecen cosas buenas y convincentes y que después se convierten en votos y respaldos. Y así fue construyendo el PLD una base de apoyo político de amplio espectro, donde los recursos públicos se desfalcan sin respetar procedimientos y legalidades, donde miles de nombramientos caen del cielo como regalo de los dioses, donde una prostituida tarjeta para comprar votos, llega en camiones de reparto durante cada periodo electoral, donde los contratos millonarios se multiplican y la conciencia alcanza su precio, donde grandes obras engrasan muchos bolsillos y crean grandes millonarios, donde la gula culinaria en lujosos restaurantes indigesta, pero solo a los contribuyentes y donde el dispendio en lujos y barbaridades es como tirarle excremento al rostro hambriento de 5 millones de pobres de este país, que solo cuentan para este gobierno cuando tiene que buscar su voto.

¿Y toda esa fantasía a costa de qué? De un endeudamiento público que aumentó en solo 7 años, US$13 mil millones. De un déficit fiscal acumulado en los últimos 3 años que alcanza los RD$160 mil millones. De un sistema educativo y de salud que está en total bancarrota. De un sector productivo y exportador exprimido y pateado. De ingresos personales que hoy compran la mitad de los alimentos de hace 8 años. De un gasto corriente, entiéndase para pagar sueldos y fomentar el clientelismo, que en los últimos 6 años roza la friolera de RD$980 mil millones (casi un trillón de pesos). Y como corolario, de una administración pública convertida en una ratonera de come cheques, ladrones y vagos.

Esa fue la magia de los peledeistas, venderle al pueblo la falsa idea de que nos encaminábamos hacia la bonanza económica y de ahí al cielo con la gracia de Dios, pero escondiéndole que eso era gracias a su pacto con el mismísimo diablo, que ahora nos espera frotándose las manos.

A los que aspiran a gobernar a partir de agosto del 2012, sea blanco, morado o rojo, les advertimos que nadie lo salva de caer en manos de Lucifer, porque en el infierno no hay diferencias de colores ni de partidos, cuando de cobrar deudas se trata. Pero oren mucho, que los milagros salven..

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