PRD, ¡QUE SIGA EL ENTIERRO!
Fernando Peña
Todos los dirigentes del PRD son de carne y hueso, nunca he oído a ninguno expresar que la sociedad dominicana se divide entre ellos y los corruptos, como dijera una vez un connotado dirigente del PLD.
En el PRD se conjugan los defectos, las virtudes del pueblo dominicano, porque esa organización política a escrito con lagrimas, sudor y sangre una parte significativa de la historia nacional en la lucha por la democracia y las libertades públicas.
José Francisco Peña Gómez, líder y titán del partido blanco y las masas hambreadas del pueblo dominicano, como gran estratega, condujo al Poder en varias ocasiones a su partido.
Quienes llegaron al Poder bajo la sombra y la estrategia del líder perredeista no representaban sus ideales, sus conceptos y su visión del mundo político, de la sociedad dominicana.
Él, Peña Gómez, tuvo sus ambiciones legítimas y sus aspiraciones de ser presidente de la República. Siempre sus adversarios, sus enemigos se le oponían fieramente. Lo querían de líder, pero no de candidato presidencial, y mucho menos de presidente de la República.
Le tenían miedo al líder de las multitudes dominicana, él que había recorrido todos los caminos, que había vencido todos los obstáculos, las más grandes dificultades a lo interno y externo de su partido, no pudo ponerse la banda presidencial sobre su pecho.
Pero el cáncer, producto de la convulsionada vida que tuvo que llevar, producto de los maltratos, las desavenencias de muchos de sus partidarios y adversarios políticos, se lo llevo a destiempo.
Con su muerte se cumplió una vez mas la profecía célebre de Francisco Henríquez y Carvajal, cuando dijo ¡“Oh, América infeliz, tu que sabes de tus grandes hombres cuando ya son grandes muertos!”.
Con la muerte del líder perredeista y de las multitudes dominicana, el PRD ha estado dando marcha hacia atrás, en retroceso político y organizativo. Es como si los años transcurrieran en vano. Han perdido la creatividad, la autodeterminación, por consiguiente la aceptación en los diferentes estratos sociales de la nación.
Hoy por hoy, con todo y crisis económica, con todo el descontento de la población hacia el gobierno, el PRD desciende en crecimiento.
El partido blanco tiene que despertar, tiene que actuar unificadamente, hacer oposición verdadera, dejar atrás esa apariencia como si actuaran en sintonía con el gobierno. El PRD debería estar en la ofensiva política.
No es correcto que las principales fuerzas, los principales cabeza de grupo, estén jugando su propia estrategia, que descuiden los objetivos fundamentales del momento.
¿Por qué no encausan sus fuerzas y esfuerzos hacia la renovación del PRD, hacia marchar al unísono, desde ahora, con un candidato presidencial de consenso a lo interno y externo de esa organización?
Demuestren madurez política.
¿Es que no se dan cuenta que si adoptan esa medida, es cuestión de trabajar unificado, hacer una oposición constructiva, y esperar el 2012 para tomar el Poder? Y así cumplir las metas trunca que desde el Poder no han realizado, sabedores de que hay un segmento social nuevo, joven, pujante, mayoritario, que quiere y busca afanosamente un cambio verdadero, para salir de este trauma peledeista.
Para el partido blanco eso seria lo mejor.
Desunido, dividido la derrota está asegurada. Es prudente, atinado ponerse de acuerdo, evitar el debilitamiento de las filas del PRD.
Los poderosos adversarios están apostando, esperan un feroz y virtual enfrentamiento en el partido blanco, como elemento fundamental para su perpetuación en el Poder.
Si los perredeistas no entienden esto, le espera una derrota segura, y desde los balcones de los adversarios se oirá decir: ¡el PRD, que siga el entierro!
El autor es periodista
Frontera25.blogspot.com
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