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jueves, 20 de noviembre de 2008

PAGAR Y CALLAR


PAGAR Y CALLAR

Fernando Peña

Uno se pregunta ¿Somos un pueblo de ciudadanos o un pueblo con tendencias serviles? La percepción que existe es que todos vivimos del Estado, que nos limitamos a pagar impuestos que nos imponen y a escoger cada cuatro años al príncipe y los cortesanos que nos dirigirán.

Pero aquí no todos viven del Estado, aunque la cifra es muy grande y se ha multiplicado en estos últimos años. En ella están partidos, ONG, iglesias, empresarios, periodistas, comunicadores, artistas, sindicatos y gente común del pueblo.

La situación es grave. Te pagan y calla. Ello esta causando en la gente, en el electorado, cansancio, frustración y rechazo.

El presidente y su gobierno tendrán que asumir, con todas sus consecuencias, que son culpables mayor, junto con los demás políticos nuestros, de esa situación, de muchas de las actitudes, males y crisis que padecemos. Ha prevalecido, se han mantenido bajo conspiraciones, pactos y traiciones.

Se creen por encima del bien y el mal. Te satanizan cuando les señala sus graves errores, sus carencias democráticas y su falta de transparencia en el gobierno.

Esa es la grave crisis, la crisis mayor, que detrás de la crisis económica palpita en nuestra nación. La crisis de liderazgo, la crisis de credibilidad de nuestros gobernantes, frente a una ciudadanía cansada de su ineficiencia, que se siente burlada y atracada por los excesivos cobros de impuestos.

¿Cómo pretenden los políticos, los funcionarios del gobierno que les respetemos, cuando muchos de ellos, además de corrupción, destilan arrogancia, torpeza e ineficiencia?

Se comportan como hombres sedientos de poder y privilegios.

Se necesita crear liderazgo e introducir ética a borbotones en la política, para convencer, para entusiasmar. Los políticos deben mostrar con el ejemplo privado y publico, que no están divorciados del pueblo, que no son despilfarradores e ineficientes.

El pueblo se esta cansando de cada cuatro años darle el Poder, claro ganan los votos con los mas incultos y débiles, para garantizarle sus privilegios, su opresión, sus sueldos inmerecidos.

De que le vale al presidente Leonel Fernández realizar una política económica impecable, cuando permite que la corrupción, el nepotismo y la delincuencia sean los elementos resaltantes de su gobierno. Los dominicanos estamos hastiado de la corrupción y falta de transparencia de los funcionarios, de los políticos.

El PLD de Leonel se ha convertido en la capilla de apestados políticos muy ocupados en sus yipetas, sueldos millonarios, viajes; los dirigentes medios y bajos en disfrutar sus tres y cuatros cheques cobrables en diferentes oficinas publicas.


Por sus “fechorías” han deteriorado sus lazos con la ciudadanía, han destruido su liderazgo. Ahora nos han creado un líder propagador de la desigualdad, del privilegio y de una gestión corrupta.

Su mayor inversión es pagar para callar, así desvían los recursos que podrían dirigirse hacia la producción de bienes y servicios, si bien esto beneficia a muchas personas, a la larga es costosa para la sociedad, para el sector privado y para el propio gobierno que implementa esa practica.

Que practica y que historia mas negativa han tenido nuestros partidos, cuando llegan al gobierno se dejan ganar por el burocratismo, por los frutos mercuriales. En fin, el poder lo cambia, y la virtud de la honestidad pasa a un segundo plano.

La misión moralizante del PLD, en manos de Leonel Fernández, se ha quedado trunca. Bien lo decía el Libertador Simón Bolívar: “El talento sin probidad es un azote”.

El autor es periodista
www.frontera25.blogspot.com

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