HUGO CHAVEZ PIERDE TERRENO

Hugo Chávez niega Venezuela se arme para la guerraHugo Chávez: “No hay país más democrático que Venezuela”
AP
Los opositores, convertidos en una importante fuerza política tras los comicios legislativos del domingo, anunciaron el lunes que tendrán entre sus prioridades el imponer controles a la gestión del presidente Hugo Chávez, y aseguraron que están abiertos a diálogo con el oficialismo para atender los problemas esenciales del país.

Luego de periodo de cinco años que implicó el estar ausente de la Asamblea Nacional, la oposición alcanzó 65 escaños que la convierte en un poderoso bloque legislativo e inevitablemente obligará al oficialismo a negociar para poder aprobar leyes orgánicas o la designación de nuevos miembros de los poderes públicos.

La oposición quedó fuera del congreso en el 2005 luego de un boicot de los adversarios de Chávez que entonces no presentaron candidatos alegando supuestas irregularidades en el proceso.

El oficialista Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) alcanzó el domingo 98 escaños, lo que representa un retroceso respecto a su situación actual en la que controlaba unos 148 curules.

Por un quinquenio el oficialismo contó con una cómoda "mayoría calificada" (más de 110 votos) que le facilitó el camino a Chávez para aprobar un paquete de leyes y avanzar en el establecimiento de un modelo socialista en el país.

Aunque la oposición no logró rebasar al oficialismo en el número de escaños, su mayor fortaleza estará en que para cualquier votación trascendental la bancada del gobierno está obligada a dialogar con ellos, afirmó José Vicente Carrasquero, profesor de Ciencias Políticas de la Universidad Central de Venezuela.

Mientras sus oponentes celebran los resultados, Chávez desestimó sus cantos de victoria.

"Sin duda alguna que las fuerzas revolucionarias tuvieron una importantísima victoria el día de ayer", dijo Chávez la noche del lunes en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros.

Pese a que Chávez copó la escena pre electoral, afirmando que los comicios eran decisivos para garantizar su futuro político, matizó sus palabras e insistió que la elección de los miembros de la nueva Asamblea sólo "fueron unas elecciones locales", sin mayor impacto en su gobierno.

Los opositores dicen "'ganamos y ahora sí vamos a sacar a Chávez'... Síganme ganando así", dijo el gobernante con ironía.

Chávez señaló que sus candidatos ganaron alrededor de 5,4 millones de votos, frente a 5,3 millones de los candidatos de la oposición. La oposición había reclamado la madrugada del lunes que, según su recuento se obtuvo una mayoría de votos — especulaciones alimentadas por el hecho de que los funcionarios electorales no había puesto a disposición el conteo total de votos.

El mandatario acusó a la oposición de mentir sobre los resultados, y sugirió que "fueron unas elecciones locales" con resultados que no necesariamente se reflejarían en una elección presidencial.

Sin embargo, la suma de votos de la oposición sugiere que la oposición podría desafiar en serio a Chávez, quien esta decido a presentarse por cuarta vez consecutiva como candidato a la presidencia desde 1998.

El líder izquierdista desafió a sus adversarios a que se atrevan a tratar de sacarlo del poder a través de un referendo revocatorio a mitad de su tercer mandato, si creen que tienen tanto apoyo de los electores. "¿Por qué esperar dos años? Yo no esperaría", indicó el mandatario.

Durante los once años y medio que ha estado en el gobierno, Chávez ha contado con una mayoría cómoda en la Asamblea, pero a partir del próximo año esa realidad cambiará y tendrá que convivir en sus próximos dos años de mandato con una oposición más fuerte, especialmente de cara a las elecciones presidenciales del 2012 en la que anunciado que optará a la reelección.

María Corina Machado, quien fue una de las opositoras que resultó electa como diputada, dijo a la AP que entre sus prioridades estará la atención al problema de la delincuencia, el logro de "poderes públicos independientes", el fortalecimiento de la descentralización, la lucha contra la corrupción, y el ejercer "control sobre el presidente para que sea el presidente de todos los venezolanos".

"Los diputados que vamos a ejercer nuestro mandato tenemos que luchar porque efectivamente lo que establece nuestra Constitución que es un sistema democrático, con derechos civiles, económicos, y políticos para todos los ciudadanos se preserve", afirmó Machado, quien se desempeñó hasta inicios de año como presidenta de la organización civil Súmate.

Al referirse a las acusaciones que bajo su mandato peligra la democracia en Venezuela, el mandatario destacó que los comicios del domingo evidencian lo contrario.

"A riesgo de la credibilidad que todos debemos cuidar... yo no sé hasta cuando van a seguir repitiendo que aquí en Venezuela estamos caminando hacia la dictadura... vean este es un proyecto (político) infinitamente (de) democracia. ¡Ah! La verdadera", manifestó Chávez.

Por su parte, el dirigente del partido Un Nuevo Tiempo (UNT), Julio Montoya, aseveró que como nuevo congresista centrará su atención en la defensa de la descentralización, el tema de la delincuencia, la seguridad social, y el fortalecimiento de la función contralora del congreso.

Montoya dijo a la AP que en los próximos días acudirá al palacio presidencial para solicitarle a Chávez una reunión con sectores opositores para promover un "diálogo nacional"

Al ser preguntado sobre cual será la postura que mantendrá UNT ante una mayoritaria pero limitada bancada oficialista, el dirigente dijo que "nosotros estamos dispuestos con el gobierno a construir alianzas y los puentes necesarios. Ya ahora le pasamos la pelota al gobierno. Lo que si es verdad es que necesitan de nosotros para poder construir leyes y para poder designar nuevos poderes".

Entre los nuevos diputados opositores figura el comisario José Sánchez, ex secretario de seguridad de la gobernación del estado Zulia, quien está detenido desde el 2007 por el presunto asesinato de un miembro de la Dirección General de Inteligencia Militar (DGIM). La oposición postuló a Sánchez, quien es considerado un "preso político", para lograr su libertad a través de su inmunidad parlamentaria.

Alterno a los puestos en el congreso, la oposición controla desde el 2008 cinco de las principales gobernaciones del país y algunas alcaldías metropolitanas.