Es positivo que los niveles de corrupción que se viven en las esferas del gobierno sea uno de los temas prioritarios en el centro del debate político electoral.
Quizás esto obligue a que se vea la necesidad de empezar por un proceso serio de rendición de cuentas de quienes están en este momento en los cargos públicos.
Es relevante que el análisis de cómo ha sido la actuación de los funcionarios actuales haya empezado por iniciativa de los ciudadanos, y que estén apoyado dicho cuestionamientos por una parte sana de comunicadores, periodistas de los periódicos, radios y televisiones, así como internet.
Así, el tema de la corrupción administrativa se erige como médula de la discusión electoral, en una época donde los altos índices de malversación de los fondos destinados para la administración pública están a la vista, evidenciado con tan solo una radiografía visual de cómo vivian antes y como bien ahora los funcionarios de este gobierno.
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