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sábado, 5 de mayo de 2012

ALMEYDA: EL OBJETIVO DEL PLD ES LA DICTADURA

Ignacio Nova ignnova1@yahoo.com El 28 de febrero del año pasado, mediante el Decreto 91-11, el Presidente de la República destituía a varios funcionarios, en un intento de quitar presión a su desacreditada administración. El crédito del gobierno rodaba, como rueda hoy, por el suelo: por servir un desayuno escolar tóxico a los estudiantes nacionales; por mantener en la total indefensión a la ciudadanía ante los asesinatos a mansalva y los atracos en los que se vinculan agentes del orden público; por el uso creciente del territorio nacional en el tráfico de drogas; por la corrupción en las compras y contrataciones de bienes y servicios; por la mano alegre en la expedición de armas de fuego a delincuentes y por la caída constante del poder adquisitivo del peso. Las destituciones afectaron, entre otros, al Ministerio de Interior y Policía. Su responsable de entonces, un PLDísta de larga data, por lo que recoge la prensa nacional, parece haberse “calentado” por participar con interés propio en la relación Narcotráfico-Policía Nacional-Dirección Nacional de Control de Drogas. Ese funcionario salió del bajo perfil en el que se colocó desde su cancelación y, especialmente, después de la derrota que sufrió en el pasado torneo electoral interno de esa organización política, en la que se evidenció que no era bien querido por ninguna de las partes triunfantes. Anteayer se colocó bajo el farol incandescente de la atención pública con una nota insólita publicada por este diario, a la firma de Fernando Quiroz. En ella se informa algo que el ex Ministro de Interior y Policía dice en un libro que no ha salido de la imprenta. También es, claro está, una forma de decir ¡Existo! Pero como mucho de lo del señor Almeyda, el contenido de esa nota debe ser leído como un claro mensaje clave dirigido al país y a los rivales políticos. Días antes de las elecciones del 2010, dijo al Ing. Miguel Vargas Maldonado que después del 16 los PRDístas le pedirían la renuncia. Se refería al fraude electoral montado con la obstrucción económica del voto blanco. Vuelve a la palestra, a dos meses de las elecciones. El ex ministro es un cuadro de la estructura policial PLDísta. Y un mensajero de la estrategia política. Lo caracteriza una línea verbal dura que el tiempo no ha corroborado que tenga asidero o se corresponda con una intachable conducta ante la cosa pública. La nota es simple y corta. Como si no quisiera decir más de lo que dice. Su tema, el bestseller de la política vernácula: las relaciones entre Balaguer y Bosch. Su título: “Bosch ofreció apoyo a Balaguer en1970”. El tema es traído a la escena con una carga connotativa ostensible en la actual coyuntura política nacional. Tiene función, por tanto, de mensaje clave. El tema abordado no parece provenir de un interés del comunicador en un libro por él desconocido, que aún no sale de la imprenta. Tampoco de que lo haya leído y entre sus páginas haya encontrado ese contenido y, por interés exclusivo suyo, lo haya escogido para esa nota. No. Se trató de una entrevista. De modo que quien puso el tema fue el señor Almeyda. Se hizo entrevistar con el pretexto de su no publicado libro. Y entre los temas a tratar escogió el apoyo ofrecido por Bosch a Balaguer en1970, acambio de que Balaguer nacionalizara las empresas norteamericanas radicadas en el país –empezando porla Gulf AndWestern– y la banca extranjera; regulara y controlara el comercio exterior; expropiara el latifundio y otras propiedades del grupo económico oligárquico, entre otras. El objetivo de la propuesta —según Almeida, citado por el entrevistador— era llevar a Balaguer “a encabezar las medidas que permitieran desmantelar el frente oligárquico y los intereses norteamericanos en el país”. Afirma que Balaguer no llevó tales medidas a cabo porque “su naturaleza era de ser un hombre indeciso”. El ex ministro trae el tema, lo incluye en un libro y se hace entrevistar con él a pesar de que, según sus palabras, “no tengo constancia de que [Balaguer] recibiera la propuesta de los ocho puntos porque aquella quemaba las manos de los dirigentes que la conocimos”. Refiere el intercambio de claves entre Balaguer y Bosch en torno a la “dictadura con respaldo popular”; cita lo exclusivo del grupo con el que quedó Bosch al salir del PRD y finalmente entrega el mensaje clave con el que a todas luces participa el PLD en medio de la actual coyuntura electoral: “La oligarquía dominicana ha sido, finalmente, desplazada por nuevas fuerzas sociales que se agrupan en una Pirámide Empresarial, con la cual el PLD debe llegar a acuerdos estratégicos”. Es la “Pirámide Empresarial” de la corruptela, conformada alrededor de las megas construcciones y el trasiego del dinero de la corrupción y de las drogas. A través de Almeyda, el PLD proclama que ha desplazado “la oligarquía dominicana”? Pero –decimos nosotros– no la ha eliminado. Al contrario: ocupó su asiento. La reemplazó. En lo dicho por Almeyda debemos escuchar que, obviamente, el PLD tiene en mira la dictadura con respaldo popular. Y que su candidato actual no es como el actual gobernante que, igual a Balaguer, “su naturaleza es ser un hombre indeciso”. A partir de tal afirmación podemos explicarnos racionalmente el resultado que el país exhibe en el predominio del PLD sobre la estructura de los poderes del Estado. Almeyda deja claro que los del PLD suplantaron “las viejas fuerzas económico sociales nacionales” (más que a la oligarquía misma) estructurando una “Pirámide Empresarial” PLDísta. Le dice a la nación que los del PLD son la nueva oligarquía: que poseen el dinero y un conjunto de empresas estructuradas verticalmente para no necesitar a nadie. Y todo con lo drenado al Erario. A través de Almeida, el PLD se burla del país. Y dice a los electores que el objetivo estratégico del PLD en esta coyuntura electoral es, como en 1970, terminar de conformar una “dictadura con respaldo popular” pagada por la corruptela y los fondos públicos. No debemos mirar lejos para ver que esa “oligarquía desplazada” la integran, sin duda alguna, las casi extintas huestes reformistas. Almeyda, pues, declara a la nación el objeto de la guerra contra el país y la democracia que libra el PLD en medio de esta coyuntura electoral. Que sólo les falta derrotar al PRD para desplazar las fuerzas liberales e instaurar la dictadura. Sin duda alguna esa nota declara la guerra a las fuerzas de la democracia. Con una declaración de guerra tan clara contra el país y la democracia, quien se equivoque votando morado es porque quiere; porque quiere ser esclavo de los PLDístas. Perola Constitución no acepta dictaduras. Menos una de corrompido apoyo popular. Menos una camuflada de democracia. TOMADO DEL LISTIN DIARIO http://listin.com.do/puntos-de-vista/2012/3/21/226122/Almeyda-el-objetivo-del-PLD-es-la-dictadura

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