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martes, 3 de julio de 2012

MÁS SOBRE EL RELEVO GENERACIONAL EN EL PRD

Por Fernando Pena No creo en verdades absolutas, definitivas, el relevo del liderazgo es necesario en todas las organizaciones de la sociedad; sean estas de carácter público o privado y no necesariamente debe de ser generacional. Muchos líderes autoritarios buscan como perpetuarse en las organizaciones en procura de beneficios egoístas y de grupo, no en busca del bienestar general. La nueva generación de líderes y dirigentes en el PRD han sido opacada actualmente por aquellos liderazgos que estuvieron involucrados directa o indirectamente en el marco de los años 60, 70 80 7 y 90 y que ahora, están como fiera herida, porque Miguel Vargas abrió las puertas de la organización, actualizando al partido y adecuándolo a los nuevos tiempos. La resistencia a esa corriente ha sido bestial y descarnada, los últimos conflictos así lo demuestran. Ellos, los viejos, los maestros, los que han dejado su vida en el PRD se resisten al cambio, al discurso nuevo, al dialogo, a la concertación necesaria en el ejercicio político de este siglo, y ejercen para bien o para mal una especie de poder adultocentrista casi vitalicio en detrimento de su militancia cronológicamente joven. Es momento de organizarnos, capacitándonos en una forma constructiva, ir madurando para darle respuestas a este país. El país demanda el relevo de políticos jóvenes y capaces. Creo que la juventud antes de asumir el rol de líder debe de profesionalizarse, preparase intelectualmente, para asumir con capacidad y entereza las responsabilidades que se le encomiendan. El Relevo Generacional dentro de los partidos políticos, no solo debe ir en función a un trabajo territorial, sino también; en lo intelectual y académico de sus jóvenes. Ese es un gran reto que tenemos. Debemos considerar y exigir una evolución política-electoral dentro de las estructuras partidarias, para que los jóvenes tengan más beligerancia con el objetivo de dinamizar y motivar la participación especialmente de más jóvenes inmersos desde la sociedad civil, y no ser justamente carme de cañón en el umbral de cada campaña electoral. Quizás coincidamos en que el Relevo Generacional no debe ser moda electoral, mi mucho menos una muletilla por parte de los que aspiran a líder o quieren ser candidatos presidencial. El Relevo Generacional debe ser cronológica e ideológicamente, porque de nada nos servirá tener jóvenes como diputados que replican, acuerpan y recuren a las prácticas demagógicas de la escuela tradicional de la actual clase política dominicana. El Relevo Generacional no debe ser una oferta electoral reflejada en mayor número de inscripción y participación de jóvenes en puestos de elección como diputados, alcaldes o concejales, sino debe ser una cultura política que se instaure para que los electores exijan perfiles con ética, moral y tecnicismo de los candidatos, especialmente jóvenes.

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