LOS ABSURDOS DE LUIS ABINADER

Por Fernando Pena La política de lo absurdo es hacer todo lo contrario de lo que es necesario en un escenario o momento específico, más aun en medio de una situación de crisis como la que atraviesa el PRD. Varios personajes folklóricos de la fauna política dominicana rayaron en los absurdos más inverosímiles, llegaron hacer caricatura grotesca del ambiente político dominicano, aspirante eterno a la presidencia de la republica, con nulas posibilidades de llegar a esa posición. Que lamentable, en el PRD hay algunos dirigentes tan increíble y obsoleto, absurdo y acojogante, que sinceramente apenan. Porque señores, salir en estos momentos proclamando un proyecto presidencia dizque para crear una mayoría que modernice y unifique al PRD, es el absurdo de todos los absurdos. ¿Por qué colocarse en el hazmerreír del espectro político dominicano? ¿Es que en el PRD sus “lideres” no van a coger cabeza? Y esa perla de propuesta la acompaña de ideas y propuestas que en verdad mandan madre, como la que destaca que “Abinader busca marcar la diferencia con las opciones tradicionales que actualmente están en pugna por el control del partido opositor.” Pero, acaso eso no es lo que han hecho cada uno de los que han aspirado a controlar al partido blanco, con el objetivo supremo de ser su candidato presidencial. Eso mismo planteo y ejecuto en el PRD Miguel Vargas, y lo adveraron, aplicándole todo tipo de tramposería y engaño en un intento fallido de que fracasara, incluyendo a ese mismo Abinader que hoy plantea, lo mismo que el presidente del partido: “una propuesta de modernizar la forma de hacer política en ese partido y su interacción con los diferentes sectores de la sociedad.” Y miren esta perla de este dirigente, en medio de esta crisis que vive el PRD, creada precisamente por las ambiciones y las posiciones personalistas de los que se creen, por sus años en ese partido, dueño y señores: “Las encuestas están reflejando una necesidad de renovación en el PRD, por eso dentro de unas semanas nos vamos alanzar a crear una gran mayoría que tiene como propósito la Presidencia de la República y la unidad de nuestro partido”. El apoya renovación y cambio, pero plantea a la vez que, igual que siempre, se mutile la democracia y la autodeterminación de las bases al proponer que “para la próxima convención haya una plancha única de consenso entre todos los sectores del partido para establecer a las nuevas autoridades”. Como siempre las elites partidarias decidan por las bases. Y miren que ameno es este aspirante presidencial, al sugerir que “sobre la elaboración del padrón definitivo de militantes en el PRD, ya está conformado en 80 por ciento porque se puede integrar con los comités afectivos…” Ahora dice, no lo pensó ni lo aplico en el proceso convencional pasado, matizado por el engaño y tramposería, que “es tiempo de que en el PRD se respeten los resultados de las convenciones, y que los dirigentes aprendan a aceptar la derrota y a apoyar a los candidatos que ganan los procesos electorales internos, como se estila en una organización política organizada y disciplinada”. La “catástrofe” del PRD está llevando a la política del absurdo a Luis Abinader y a los ortodoxos dirigentes que han pedido el aniquilamiento político del presidente Miguel Vargas. Ahora, sabedores de que perdieron la batalla legal y mediática, claman por mediación de notables, es por ello que Abinader, cual grito de jeremía, pide, proclama “que la solución para la unidad del PRD es la mediación externa de monseñor Agripino Núñez Collado, de quien aseguró que está a la espera de que el sector de Vargas acepte, y junto al sector de que sigue al ex presidente Hipólito Mejía den señales de apertura para esa mediación”. Estos planteamientos de este aspirante presidencial a destiempo, es lo que lleva al desprestigio de los partidos políticos, y es culpa de esos políticos díscolos, de sus representantes, de quiénes intentan instaurar un sistema de mando de componendas en perjuicio de las mayorías, de las bases, buscando solo su aspiraciones personales. El autor es periodista Fernandop25_@hotmail.com