HIPOLITO Y LOS INDIGNADOS

Por Fernando Pena En este marco de desigualdades sociales, de corrupción, de inapropiado manejo de la cosa publica han irrumpido estos movimientos sociales enormemente masivos, de indignados, dejando a las organizaciones políticas a la zaga de la conducción de las protestas. El bloque dominante de partidos en Republica Dominicana esta fuera de la dirección de estos escenarios de movilizaciones. Además de las condiciones estructurales sobre las cuales se ha incubado el descontento social, hay que resaltar que la fuerza política que hoy es oposición (PRD) está dividida, profundamente agrietada, y sus dirigentes confundidos. El PRD, con su actuación, su división, el PLD y su malos gobiernos, dieron el primer empujón al hastió político de las personas que encarnan los distintos sujetos sociales, populares de estas manifestaciones que crecen en todo el país. Esto terminó dándole un carácter marcadamente espontáneo a las movilizaciones, desde la lógica de las organizaciones políticas tradicionales. Es por ello que dichos movimientos han sido encabezados por liderazgos desconocidos al mundo político institucionalizado, incluso más, los partidos tradicionales concitan un fuerte rechazo en ellos. Siendo así, ¿cómo podrá Hipólito Mejía y su grupo del PRD lograr legitimidad en esos movimientos de protestas nacionales? Esas manifestación política pacífica han logrado sola, sin los partidos tradicionales, enorme valoración, han captado la opinión pública, rompiendo el cerco comunicacional, difundiendo sus demandas y legitimando sus acciones. Hipólito Mejía y su grupo ahí no caben…O veremos al ex presidente, y las elites de su partido que le siguen dirigiendo militantemente la lucha social expresada en la toma de la calle como acción, la apropiación de los espacios públicos en todo el país, ya que este es el exitoso y principal referente de los movimientos de protestas. Del mismo modo, veremos a esos dirigentes hipolitistas en las redes virtuales convocando y comunicando los objetivos de quienes llaman a movilizarse. Lo único que, se pueden quedar en la gatera, porque podemos estar viendo una nueva etapa del desarrollo político, donde la democracia y la discusión interna en estos movimientos sea cada vez más buscada, donde salir a la calle cobre una mayor legitimidad y la difusión de ideas por distintos medios se transforme en las principales expresiones de esta nueva forma de “vivir la política”: una germinal cultura política democrática participativa, claro, sin la dirección, influencia y vicios de las elites tradicionales de los paridos mayoritarios. .El autor es periodista Fernandop25_@hotmail.com