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miércoles, 19 de diciembre de 2012

LA NECESARIA DIVISION DEL PRD

Por Fernando Pena El Partido Revolucionario Dominicano, sin lugar a equivoco, ha sido gloria de la democracia de América, ha estado junto a las fuerzas que luchan por las libertades y los derechos sociales del hombre. En Republica Dominicana es el partido con más tradición democrática, llenando de gloria las páginas de su historia. Paradójicamente es el partido que menos años ha permanecido en el Poder. Esa vida institucional del PRD ha estado matizada por grandes contradicciones y divisiones internas, porque es una organización con las características propias del pueblo dominicano, en su seno confluyen las virtudes, los defectos, los errores de su segmentación de clase y sectores de clase. Recordemos las divisiones o expulsiones de Pena a Majluta, de Bosch a Mon Castillo, a Thelma Frias, a Milolan, de Hipólito Mejía cuando boto a Hatuey, solo por oponerse a su propósito reeleccionista del 2004. Y ahora Miguel Vargas somete a Hipólito y unos cuantos más por insubordinarse a la institucionalidad legitima del PRD, porque “nadie está por encima de la ley, y en el PRD la ley son sus Estatutos y reglamentos que todos debemos cumplir”. Hay un convencimiento de la dirigencia institucional, de los dirigentes medios y de base del PRD de que se precisa de un partido fuerte, unido, donde se respeta el principio de autoridad, donde se cumplan sus leyes, que deje de ser una organización de caos, porque esa indisciplina ese irrespeto a la máxima autoridad legítimamente seleccionada, se convierte en un foco de descomposición para todos sus miembros y para el resto de la sociedad, proyectando una mala imagen. Alentar esa esperanza, ese convencimiento, nutrirla, hacerla Poder, depende de esas acciones de disciplina, de respeto y orden interno en el PRD. Porque no existen hombres providenciales, hombres sobrenaturales, que se crean dueños y señor del destino de la organización y sus dirigentes, y que impidan el necesario relevo generacional a que está abocado el PRD, creen que solo ellos pueden ser capaces de cambiar el destino de todo un pueblo. ¡Graso error Ese camino de imponer el respeto, la disciplina, la institucionalidad, el cumplimiento de los estatutos, sabe el presidente del PRD, Miguel Vargas, saben los perredeistas, sabe el pueblo dominicano que está lleno de espinas, de sacrificios, de sufrimientos, pero que como el buen caminante, llegara hasta el fin, como única vía que abrirá el camino del Poder, del triunfo. Los perredeistas no pueden llevarse de los sueños, hay que tener los pies bien puestos sobre la tierra, la actividad política de hoy no es igual a las de 15 y 20 años atrás, hay que hacer oposición firme y constructiva al gobierno, hacer propuestas viables para la solución a los problemas nacionales, labrar una opción de poder con una propuesta de nación a 20 años, con una coalición de partidos, de personalidades y organizaciones de la sociedad civil. Este cambio que vive el PRD, esta mutación necesaria, esta experiencia ha producido en los perredeistas y la ciudadanía una serie de expectativas en lo social, en lo económico y en lo político que se pueden resumir en el reclamo, convertido en esperanza, de una democracia política que trascienda su dimensión formal, haciéndose más eficiente y más participativa, y que esté acompañada de una democracia social y económica que proporcione el bienestar material y espiritual de las personas. Estas expectativas, reclamadas de diferentes maneras por la ciudadanía, exigen la responsabilidad de los distintos actores para que se transformen en una palpable realidad. La escisión en el PRD eliminará las rencillas perturbadoras provocada por los insubordinados a la autoridad legitimas de sus autoridades, que lamentablemente ha mantenido en vilo a la ciudadanía, pondrá fin a la suspicacia y los resquemores, extirpara las malquerencias y apagara las heridas que crearon ellos, colocando al partido blanco en el pórtico del Poder y el gobierno en el 2016. Y esa victoria será del PRD, de todo el pueblo dominicano, que alumbrara con los fulgores de la bandera blanca y el jacho prendió a la Republica. Así, solo así romperá el PRD con las barreras que le cierran las puertas al Poder. Tal y como ha expresado el presidente del PRD, Miguel Vargas, “todo este proceso de fortalecimiento, junto al rescate de la disciplina y la institucionalidad, nos impulsarán a ganar la Presidencia de la República y la mayoría de las regidurías, alcaldías, diputaciones y senadurías en las elecciones de 2016". La importancia de los partidos para la gobernabilidad e institucionalidad democráticas, nos hacer ver la necesidad de modernizar y fortalecer a los partidos políticos para que cumplan a cabalidad las esenciales funciones que tienen asignadas en el sistema político y en la consolidación de la democracia. El momento de la renovación, la escisión necesaria ha llegado en el PRD. No resiste más tiempo... El autor es periodista fernandop25_@hotmail.com

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