Por Fernando Peña
Continuidad…
Además, Abel Martínez llega sin la
concreción de un plan integral que más que ideas, mostrara actores u operadores
políticos validados, más allá de la autocomplacencia personal.
Una debilidad que pende sobre el
actual Gobierno Municipal es que hoy el PLD resulta una amalgama de intereses y
grupos, donde predomina el de Leonel y Danilo, y Abel se inclinó por Leonel,
demostrado en su postura, su accionar y el colocar en el Start del Ayuntamiento
figura leonelistas en un claro distanciamiento del danilismo, trayendo incluso
individuos de Santo Domingo. Esto ante el PLD o el grupo predominante en la organización
le niega legitimidad política ante el gobierno
Estamos frente a una administración municipal
con un manejo deficiente de las expectativas realizadas en campaña, que se auto
impuso metas única de embellecimiento de la ciudad y ordenamiento que empiezan a generar un clima adverso en la
población, que no se esperaba que fuesen
medidas que afectaran el pluriempleo, desbaratando casetas y puestos de
trabajos informales en calles y avenidas, y eliminado mercados de purgas que si
bien hay que organizar, no menos cierto es que no se pueden por decretos
eliminar, llevando a la quiebra y el desempleo a cientos de familias, por la presión
tuvo el ejecutivo que echar atrás esas medidas, dándose cuenta que el Gobierno Municipal,
mucho menos sin planes y soluciones “ no puede arreglarlo todo”.
A cien días no hay nada que exhibir
en obras y realizaciones, contrario a la pasada gestión que inauguró obras viales,
etc
Otro elemento es que se ha
distanciado de los poderes populares, choferes, junta de vecinos, etc., generando
una profunda resaca de frustración y engaño a algunos, sobre todo a los más
esperanzados en un cambio de sus vidas.
Con disgusto se observa el clan elitista de
Abel Martínez acostumbrado a las mieles del poder que le dio manejar la Cámara
de Diputados y sus cuantiosos recursos, el Palacio Municipal es una sombra,
dejo de estar abierto al pueblo y la soledad impera en esa mole de cemento y
block.
Abel Martínez separó su oficina de
todos, cerró con puertas de madera el área del pasillo donde está su despacho municipal,
nadie puede subir donde el, a menos que no tenga una cita y pida permiso en la recepción
de entrada del edificio.
Esas medidas se aplican para periodistas
y medios de comunicación, en el novel gobierno municipal, en extremo, predomina
un ambiente de elite.
Sin explicación, y fuera de los cánones
legales se ha cancelado a miles de obreros y personas que trabajaban en el
Gobierno Municipal, alguna de esas cancelaciones ha tenido que darle marcha atrás
a fuerza de ver la laceración en el rostro de hombres y mujeres que tenían hasta
20 años de trabajo en el ayuntamiento, y que sin planificación se les manda a
las calles.
Ha quedado claro, el cambio en el
municipio no pasa de ser de actores.
Abel Martínez tiene urgente que
conformar una agenda posible y plausible, una alianza no solo con el sector empresarial
e individuos que medran alrededor de los salarios del llamado “Plan Estratégico”,
sino con los sectores populares organizados, juntas de vecinos, sociedad civil,
sector profesional, sector informar del comercio, etc., esto le permitiría un
viraje de este gobierno municipal elitista que viene imponiendo, con participantes
fundamentales de la ciudad. Continuara… frontera25.net
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