TRADUCTOR

domingo, 6 de noviembre de 2016

Daniel Ortega y Rosario Murillo: la pareja que acumula poder en Nicaragua

Por: AFP MANAGUA – Daniel Ortega, un exguerrillero marxista que luchó contra la dictadura somocista y ha gobernado tres veces Nicaragua con estilo autocrático, se encamina a conquistar nuevamente el poder, pero esta vez con su esposa, la poetisa Rosario Murillo, como vicepresidenta. “El comandante”, como le llaman sus seguidores, tiene casi asegurada la reelección este domingo, en una elección que no contará con la oposición tras ser excluida por un fallo de la justicia. Sus detractores lo acusan de querer instaurar una dinastía familiar similar a la Somoza, que el entonces insurgente Frente Sandinista (FSLN) derrocó en 1979 tras cuatro décadas en el poder. Ortega presidió el gobierno revolucionario sandinista con el apoyo de Cuba y la entonces Unión Soviética, en medio de una guerra contra la guerrilla de los “Contras” apoyados por Washington, que dejó unos 35.000 muertos. Con la economía en ruinas y tras diez años al frente del país, Ortega perdió las elecciones de 1990, pero logró pasar 17 años “gobernando desde abajo”, con el FSLN en la oposición, desde donde promovió violentas protestas y negoció reformas con la derecha en el poder. Volvió a gobernar tras los comicios de 2006, favorecido por la repentina muerte del popular excandidato a la presidencia Herty Lewites, un disidente sandinista que agrupaba a los sectores que cuestionaban el liderazgo de Ortega en el FSLN. Nuevamente en el gobierno, el exguerrillero maniobró para asumir gradualmente el control de todo el aparato estatal, la policía, el ejército y anular a potenciales opositores de la derecha liberal como de la disidencia sandinista que lo tilda de “dictador”. Con el respaldo de la millonaria cooperación petrolera venezolana, impulsó programas para los pobres –su base electoral– en uno de los países más empobrecidos de América Latina y se alió al gran capital con promesas de estabilidad a cambio de que se alejaran de la política. Estableció buenas relaciones con Estados Unidos, alejando el fantasma de la guerra que rodeó por años su figura, dinamizó el comercio y reforzó la seguridad interna del país, hoy el más seguro de Centroamérica. Un polémico fallo judicial lo habilitó para postularse a la reelección en 2011, pese a que estaba prohibido, y tres años después el Parlamento –dominado por su partido– dio luz verde a la reelección presidencial indefinida con una enmienda constitucional. Su visión maquiavélica de la política, combinada con su destreza para hacer alianzas e imponer su voluntad aplastando sin piedad a los que se le oponen, convirtieron a Ortega en el máximo líder del FSLN, al que se integró en 1963. Nacido el 11 de noviembre de 1945 en el pueblo minero La libertad, Ortega tuvo cinco hermanos, pero de ellos sólo Humberto, exjefe del ejército. Abandonó la carrera de Derecho para colaborar con el FSLN y pasó siete años preso en una cárcel somocista, en la que fue torturado. así desarrolló un olfato político, que unos describen como hombre pragmático, frío y desconfiado y otros tildan de comprensivo, humano y sencillo, gobierna recluido en una residencia de Managua fuertemente custodiada. Es reacio a viajar, dar entrevistas, conferencias de prensa, se desplaza en un lujoso Mercedes Benz y considera que los que cuestionan su dirección son traidores.

No hay comentarios: