Azafata aterriza avión de emergencia como copiloto
DUBLÍN, Inglatera(EFE) Una azafata de un Boeing 767, que cubría el trayecto entre Toronto (Canadá) y Londres, tomó los mandos del aparato para ayudar al capitán a efectuar un aterrizaje de emergencia en Irlanda, después de que el copiloto sufriese un trastorno nervioso, según reveló hoy un informe oficial.
DUBLÍN, Inglatera(EFE) Una azafata de un Boeing 767, que cubría el trayecto entre Toronto (Canadá) y Londres, tomó los mandos del aparato para ayudar al capitán a efectuar un aterrizaje de emergencia en Irlanda, después de que el copiloto sufriese un trastorno nervioso, según reveló hoy un informe oficial.
El segundo de a bordo comenzó a "desvariar y hablar sin sentido" cuando el avión, con 146 pasajeros, sobrevolaba el pasado mes de octubre el océano Atlántico, lo que obligó al capitán a tomar la decisión de aterrizar en el aeropuerto de Shannon, al oeste de Irlanda.
La investigación señala que otra azafata sufrió heridas en las muñecas al tratar de reducir al turbado copiloto, quien, finalmente, fue apartado de los controles e inmovilizado en un asiento de la cabina de mando.
Sin asistente a su lado, el comandante del avión lanzó la pregunta que a nadie le gustaría escuchar cuando se encuentra a casi 10 mil metros de altitud: ¿Hay algún miembro del pasaje con conocimientos de pilotaje?.
Por suerte, una de las azafatas tenía una licencia para pilotar aviones comerciales y tomó asiento junto al capitán para emprender el descenso y posterior aterrizaje en Shannon, indica el informe.
Tras tomar tierra, el capitán alabó la labor de la azafata y el copiloto fue trasladado al hospital de la localidad de Ennis, en el condado de Clare, donde permaneció ingresado durante once días.
El informe oficial, elaborado por la Unidad de Investigación de Accidentes Aéreos de Irlanda (AAIU), no especifica qué tipo de trastorno mental sufrió el copiloto, pero recoge las opiniones de dos médicos que lo trataron y que calificaron su estado de "confundido y desorientado".
El capitán explicó que su colega se volvió "agresivo, reacio a cooperar e incapaz" de desarrollar sus funciones, mientras que un pasajero recuerda oír al copiloto mencionar a viva voz a "Dios"."Por su propio bien y por la seguridad del avión, la medida más apropiada fue retirarlo de sus responsabilidades y solicitar cualquier atención médica disponible abordo", subraya la investigación."Al darse cuenta de que se enfrentaba a una situación difícil, el comandante actuó con tacto y conocimientos y mantuvo el control de la situación en todo momento.
Por tanto, el comandante y los asistentes de vuelo deben ser felicitados por su profesionalismo", añadió la AAIU.
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