
Por Fernando Peña
Puerto Rico.- Gran descontento se siente en los diferentes sectores sociales, económicos y políticos de Puerto Rico, por las medidas anunciadas, muchas de ellas ya aplicadas, por el recién electo gobernador Luís Fortuño.
Entre esas medidas, figuran un aumento al arbitrio de la gasolina, entre $ 0.16 a $ 0.40 por galón, lo que aumentaría el precio de la gasolina en 6.5 centavos y generaría $ 262 millones al fisco; además se congela la contratación de empleos, elimina las plazas vacantes, prohíbe la creación de nuevas plazas y requiere la eliminación del 30 por ciento de los puestos de confianza.
Asimismo, la orden ejecutiva que declara el estado de emergencia fiscal en el gobierno de Puerto Rico, ordena el aumento de los cigarrillos, las bebidas alcohólicas y un arbitrio especial de un centavo por minutos de comunicación de voz por medio de teléfono celulares. Esta medida podría recaudar 4 185 millones anuales; un aumento de un 10 por ciento a los juegos de azar; retasación de propiedades inmuebles; reducción de asignación a la legislatura, partidos políticos y municipios; revisión de los créditos y subsidios concedidos e empresas regulares y especiales, entre otras medidas.
El gobernador de Puerto Rico, Luís Fortuño, ha expresado que la declaración de un estado de emergencia fiscal va dirigida a reducir en un 10 por ciento los gastos operacionales del Gobierno y “es cónsona con la que han tomado muchos estados y sirve de base a la ordenación de un plan de prudencia general en todas las agencias”.
Para algunos sectores de la isla estas medidas “ponen al caballo detrás de la carreta”. La economista Heidi Calero entiende que las medidas anunciadas por el gobernador “son unas “curitas” que no están bien pensadas y que lo que ocasionaran es que se agregue mas secesión económica”.
Entiende que el gobernador Fortuño y su Consejo Asesor debieron haber presentado primero sus medidas para estimular la economía, añade que con traer las recomendaciones para controlar el gasto y aumentar los ingresos en el gobierno, ‘están poniendo el caballo detrás de la carreta”.
Repudio Sindical.
El movimiento sindical de la isla coincidió en condenar las medidas anunciadas por el gobernador Luís Fortuño, sobre todo la que congelan los convenios colectivos, congelan plazas vacantes y despiden personas nombradas al gobiernos desde el primero de julio, así como el aumento a los arbitrios a la gasolina.
El vocero de la Coordinadora Sindical, Luís Pedraza Lecluc, expreso que “no hay ninguna medida halagadora para el pueblo”, al tiempo que advirtió que el aumento en el activo a la gasolina encarecerá la vida de los asalariados y la congelación de plazas lo que lograra es reducir los servicios del gobierno.
Por su parte el presidente de la Unión de Trabajadores de la Industria Eléctrica y Riego (UTIER), Ángel Figueroa Jaramillo, sostuvo que “el peso mayor de las medidas anunciadas recae sobre la clase asalariada, en particular los empleados públicos.
A su juicio, lo que intenta proyectar Fortuño es que la crisis la causo el gobierno y que la solución esta en la empresa privada.
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