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sábado, 11 de julio de 2009

CONTRA EL OLVIDO



Contra el olvido

Por Yvelisse Prats-Ramírez de Pérez

Contra el olvido. Así nombré en la corta presentación que hice en el panel “Participación del PRD, de las organizaciones liberales y de izquierda y de los militares en el periodo histórico 1960-1978”, que se celebró el martes 7 en el Aula Magna de la UASD.

El titulo oficial era demasiado largo, y al empezar a hablar me salieron esas tres palabras como flechas, resumiendo mis expectativas y mis intenciones al presentar el panel.

Yo hablaba en nombre de los dos organismos que habían organizado el Panel: la Secretaria de Educación y Doctrina que tiene como misión preservar y difundir los principios del socialismo democrático y el ideario del Dr. José Francisco Peña Gómez, y el Instituto de Formación Política que lleva su nombre. La actividad del martes formaba parte del programa dirigido al fortalecimiento de la conciencia ética y al desarrollo de competencias políticas de los/las perredeistas que ejecutamos conjuntamente desde hace un año.

El socialismo democrático ha sido el gladiador ideológico que ha enfrentado la tesis de Fukuyama postulando el fin de la historia.

Este panel fue el escenario pertinente para una vez más afirmar nuestras convicciones contrarias a esa aberración. La historia no solo no está acabada, ni siquiera está hecha, la estamos haciendo a diario nosotros y nosotras, con recuerdos estupendos como los que se evocaron en el Panel, y con voluntades decididas a construir la sociedad que soñaron y por la que murieron los héroes y mártires protagonistas de los sucesos que nos ponderaron los exponentes Toni Raful, Claudio Caamaño y Fafa Taveras.

Y sí que cumplieron su cometido plenamente los tres panelistas; nos pintaron con palabras el gran fresco que abarcó casi 30 años de historia en menos de dos horas apretadas, que incluyeron preguntas agudas y respuestas inteligentes. Con su pulcritud y elegancia lingüística acostumbrada, conocedor amoroso de la historia de nuestro país, sobre todo de la contemporánea, Toni Raful empezó a pincelar antecedentes que dieron al cuadro la perspectiva necesaria.

Llegó desde la gran causa del Mal, que fue Trujillo, hasta 1961, el ajusticiamiento del Tirano y los albores de la democracia con la llegada de los tres heraldos del Partido Revolucionario Dominicano, Silfa, Castillo, Ángel Miolán. Tangenció con la alegría de un pueblo que se iba despertando, como eco de la voz convincente y pedagógica de Juan Bosch, y enalteció la Constitución del 63, esa que olvidan adrede ahora en el Congreso los discípulos de ayer y de hoy.

Con Toni, el mural adquirió sus primeras magistrales pinceladas. Luego tocó el turno a Claudio Caamaño, “héroe de la patria” como la llamó Raful. No era un testigo el que hablaba, era un protagonista, un soldado que nos llegaba desde el campo de batallas. En el fresco que iba tomando forma, aparecieron tanques y cañones, heroicidades pero también cobardías y errores en la guerra de abril. El rojo de la sangre tintó de gloria y sacrificio el cuadro de abril.

Me esponjé de orgullo oyendo a Claudio evocar a Peña convocando por radio al pueblo a defender la soberanía de la patria, y me emocioné junto a los que aplaudieron al escuchar que Francis Caamaño, renunció a su rango horas antes de juramentarse para no ser un presidente militar, y - ¡qué honra y qué compromiso para nosotros!- en el partido Revolucionario Dominicano.

Fafa Taveras cerró el Panel. Completó el fresco monumental con otra presencia transcendente: la izquierda, el papel que jugó en el periodo histórico que se analizaba.

Utilizó palabras-colores vibrantes, hirvientes, que detonaron como cohetes o rayos de advertencia. Casi de admonición. Entendimos el mensaje y la herencia: los/las perredeistas y los demás dominicanos con vocación de cambios, tienen que afincarse en una ideología de izquierda, para enfrentar los enemigos de ayer y de hoy, vencer la inequidad, la corrupción y la exclusión en nuestra patria.

Fue un buen Panel, educativo como nos lo propusimos, que mantuvo a los/las asistentes atentos, con un interés que augura que el eco de esa historia de ayer será abono fecundo para las necesarias actitudes y acciones de hoy y de mañana.

Toni, Fafa, Claudio, fueron profetas que nos entregaron recuerdos, mensajes y alertas como materiales para reconstruir nuestra esperanza y reclamar con energía y derecho ese legado. ¿Para qué? Para proclamar ¡abajo el olvido¡ ¡Viva la historia que hicimos, y la historia que haremos!

Pero cuidado. Introduzco esta pincelada de posdata a la crónica En Plural del panel, y me dirijo ahora con exclusividad a los/las perredeistas. A nosotros/as nos toca, en un momento difícil en que las pasiones se encrespan hacia dentro, volviéndonos autistas, recordar que la historia se construye con otros, para otros, y entre otros. Una intrahistoria sobre todo si es pequeñita y mezquina, solo será motivo de crítica y no de exaltación en paneles futuros.

¡Abajo el olvido! Que se haga visible y exigente entre los perredeistas la lapidaria sentencia de Peña Gómez. “al PRD solo lo vence el PRD”.

La historia no esta hecha, la estamos haciendo, y evitar los errores del pasado es una tarea pendiente que no parece que hayamos aprendido y eso puede costarnos dolores, fracasos,Ö y seguir fuera del poder por otros muchos años.

No queremos eso, ¿verdad, perredeístas?

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