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domingo, 13 de diciembre de 2009
LA SURREALISTA FIESTA
LA SURREALISTA FIESTA
Por Fernando Peña
Tener el privilegio de ser rico, poseedor de varias casas de veraneos y una claque intima, poseedoras de bienes y carros de lujos, es algo que hoy en día pocos mortales pueden exhibir.
Y se es mas privilegiado cuando el afortunado hace apenas años atrás no tenia nada, clamaba a amigos y compañeros de partidos algún dinero prestado para su campaña o la solución de problemas de liquidez.
El personaje en cuestión, en una de sus villas, es asaltado de alegría y de esplendor, porque en apenas días, cumplirá un año más de vida.
Nada se deja al azar. Los preparativos han incluido un reforzamiento en la lucha contra el alcohol, las drogas y la corrupción.
La campaña se ha notado en algunas redadas en bares y discotecas de la ciudad y se ha sabido de algunas destituciones de funcionarios municipales por acto de corrupción como embolsarse fondos públicos con facturas falsificadas.
Además de las melodías tradicionales, en la fiesta de cumpleaños se entonaron canciones dedicadas a los géneros masculinos y femeninos, se exhibió un respeto absoluto a las preferencias sexuales.
Pasajes de avión, buses y reservas de hotel fueron casi todos tomados y a punto de agotarse y sus precios se dispararon. En la misma ciudad de Santiago no quedaron camas disponibles, debido a que cientos de funcionarios del Partido de gobierno y sus familias viajaron a presenciar la gran fiesta de cumpleaños, un espectáculo que sólo se realiza cada cien años.
Pese a la crisis, la celebración se hizo por todo lo alto. A la actividad se le denominó La Noche Divina. La villa, en de Ranchito, Piche, estuvo cerrada herméticamente para la gran velada. Unos de sus comensales dijo: “José es realmente difícil de sorprender”.
Pasadas las 2:00 de la madrugada la fiesta, el espectáculo terminó y tras los agradecimientos de lugar y la promesa de un mejor espectáculo para el próximo año, se cerró la cita con un impresionante despliegue de juegos artificiales, que alborotaron a los campesinos del lugar.
Todo esto podría ser un “pecado de pensamiento”, que representa deseos y posibilidades realizables.
Es la propia realidad social, política, que ya ha perdido sus contornos, que se nos ofrece como fantasía, como ficción, al perder el norte nuestros políticos, nuestros funcionarios públicos.
Son tópicos surrealistas que van contra toda racionalidad, es un burlarse de todo, de las reglas, de los principios…
Dicen que fue la mejor fiesta de Santiago.
Felicidades!!!!!
El autor es periodista
Frontera25_@hotmail.com
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