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domingo, 24 de octubre de 2010

A PROPOSITO DE MICRO-CORRUPCION Y JARABACOA





Por Fernando Peña

Oír al presidente Leonel Fernández hablar y exponer sobre corrupción es como sentir que le embarga el olvido, y siente uno pena por sus expresiones politiqueras, en alguna medida irresponsable.

Lo dicho por el ciudadano presidente, sus palabras son de complicidad, porque con ellas se promueve, se apoya, conciente o inconciente la corrupción.

Fue el presidente Leonel Fernández quien afirmó que en República Dominicana no hay un sistema organizado de promoción de la corrupción desde las instituciones públicas, sino individuos que aisladamente incurren en esa práctica, violentando la Constitución y las leyes. ¿Y él que hace?

A veces me confunden las palabras del presidente, como cuando expresa que en Republica Dominicana lo que hay es un problema de micro-corrupción extendido que no ocurre solo en el país, sino a nivel universal, que lo que se requiere es superar la cultura de la impunidad.

¿Pero, quien es que promueve y permite la impunidad?

¿Quién es que no sanciona y se hace de la vista gorda ante la corrupción de funcionarios, ante la riqueza exhibida por ministros y allegados al gobierno, que andaban en chancletas y hoy andan en yipetas y viven en mansiones de casas?

Cuanto olvido, es como si fuera ciego y sordo.

En su afán de minimizar la corrupción llega a decir, el presidente, y a uno en verdad le da risa, que los taxistas cobran de más, y porque no dice que los impectores de emigración piden cuarto cuando un ciudadano pasa a coger un avión, que los funcionarios y empleados de su gobierno tienen dos y tres empleos, que hay miles cobrando sin trabajar, que la mayoría de sus ministros no aguantan una auditoria visual, que a diario se destapa un escándalo de corrupción en su gobierno, en los cuerpos castrenses y militares, en los organismos de seguridad.

Quizás Nuria y Alicia Ortega podrían informarle y mostrarle la realidad sobre la corrupción en su gobierno.

PARA MUESTRA UN CASO

El señor José Manuel Jiménez Batista, gerente de Edenorte en Jarabacoa, el mismo que fue expulsado del Círculo de locutores, por faltas graves, es además Inspector de Espectáculos Públicos,(bajo esas funciones ha suspendido programas de opinión en el canal 12 de Jarabacoa), director de comunicaciones del Ayuntamiento, y por demás usa los equipos de Edenorte para hacer política, todo amparado y bajo la protección de los ministros y funcionarios del gobierno y el PLD.

Esa es una pequeña muestra de micro-corrupción. Por ello es que este gobierno, sus funcionarios han perdido credibilidad. No es correcto que quien exhiba conductas corruptas se le permita devengar varios empleos en la administración pública.

Pero además, Jarabacoa es la ciudad de las inversiones en villas y casas campestres de los jerarcas del gobierno que hoy detentan fortunas “procedente de la nada”, y gozan de una vida de opulencia y francachela.
Todo indica que la corrupción es parte del menú de opciones de los gobernantes dominicanos para incentivar a sus conmilitones, pero además un medio de disminuir a la clase política, al sector privado, a los segmentos bajos y medios de la sociedad.

El autor es periodista

Frontera25_@hotmail.com

1 comentario:

Anónimo dijo...

la verda que comunicadores como usted el pais se jodio le pregunto usted vino a jarabacoa a investigar oh fue yaquelin sierra y samuel que te enviaron el articulo...desinformadoer