Hagamos un ejercicio de ciencia ficción y supongamos por un minuto que Danilo ganará las elecciones. ¿Qué haría? ¿Rompería con el entorno que hoy lo rodea? Danilo es una contradicción en sí mismo.
Danilo no representa el cambio ni siquiera dentro de su propio partido, pues tendría que gobernar con las mismas gentes de Leonel, gente del Comité Político y el Comité Central del PLD. (El vino de Danilo es agrio, muy agrio, pero es su vino, él lo compró).
Me pregunto, en caso de ganar, ¿qué haría Danilo con Víctor Díaz Rúa, Ministro de Obras Públicas, recaudador de cientos de millones de pesos para su campaña, que ha permitido que hasta las señales de tránsito de las carreteras, puentes, etc., hayan sido utilizadas para promover su candidatura? ¿Lo cancelará? ¿Qué hará que con mi amigo Francisco Javier García, jefe de su campaña? ¿Lo cancelará del Ministerio de Turismo en vez de promoverlo a un cargo más importante por el trabajo político realizado?
¿Qué hará Danilo con Félix Bautista, Freddy Pérez, Felucho Jiménez, Radhamés Segura, Temístocles Montás, Radhamés Jiménez, Bonetti, Vincho Castillo, Danilo Díaz, Bauta Rojas Gómez, Daniel Toribio, Vicente Bengoa, Franklin Almeida, Monchy Fadul, Alejandrina Germán...?
¿Qué hará Danilo con los 600 y tantos viceministros que están apoyando su candidatura? ¿Qué hará con los 700 y tantos funcionarios nombrados por la Cancillería por más de dos mil millones de pesos al año, que nunca han salido del país, pero que están trabajando a favor de su candidatura? ¿Qué hará con los aliados y los tránsfugas que los están apoyando en espera de una buena posición en el Estado?
¿Qué haría Danilo con Margarita? ¿La nombrará en un ministerio o la dejará sin funciones para bajarle los humos?
Y la pregunta del millón, ¿qué hará con Leonel Fernández?
Y la otra pregunta, igualmente interesante, ¿qué hará Danilo con los corruptos que lo están apoyando para que sea presidente invirtiendo cientos, tal vez miles, de millones de pesos?
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