Por Fernando Pena
Veo al PRD en una situación muy difícil y delicada, las dos corrientes fuertes y dominantes a lo interno, la de Miguel e Hipólito, cada día están más irreconciliables. El futuro del partido blanco luce incierto. El PLD y su líder Leonel Fernández se las han lucido. Han estado solos, sin oposición vigorosa, han podido hacer lo que quieran, lo que más le ha convenido a sus fines y propósitos.
En el PRD debe darse una mutación, una escisión. Y debe darse ahora. El que se quede con las siglas, con la mayoría podría salvar al partido de su desaparición definitiva del ajedrez político dominicano.
Que se olviden de los sentimientos, de que el PRD es un sentimiento nacional, eso en el mundo de hoy, en la sociedad dominicana de hoy poco habrá de contar para ganar elecciones y mantener el sistema de partidos en dominicana. La mayoría del electorado nacional es joven, con otra visión, y desmotivada por el ejercicio político y social.
El PRD como principal fuerza de oposición tiene que actualizar sus estructuras, actualizar la manera de hacer política, que nuevas caras dirijan apegadas a los nuevos tiempos, la política hoy día debe ser concertación, oposición constructiva, rendición de cuentas, etc.
De lo contrario nos adentramos a un panorama difícil para el sistema de partidos dominicano, y se nos hará incierto el futuro, la gente, los militantes del PRD están en una situación de crisis, de desencanto que lacera.
Los que se frotan las manos con un partido único están equivocado…la crisis se los llevara a todos, y lo que viene es indescriptible…
Lo que pasa en el PRD, e incluso en el PLD, no es ideológico, pero si moral…es un contagio desmoralizante, es una búsqueda permanente de primacía, de privilegio…de individualismo que lo contamina todo…
Quien acabara con este asfixie moral…
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