¿EN EL PRD ODIO O QUE?

Por Fernando Pena El odio político provoca siempre la violencia política. Y el trayecto de esa violencia empieza en la palabra y termina en los actos. ¿Quien en la vida política nacional actual así? ¿Quién vive activando rencores y mediocridades? El odio político se ha manifestado con gran crudeza en el movimiento, en el grupo ultraconservador que encabeza Hipólito Mejía… En Estados Unidos, cuando alguien dispara contra una figura política, la tarea es dilucidar si fue una conspiración o “un loco suelto”. En el PRD el grupo disidente, hombres y mujeres que pasan de 70 y 80 años, que debieran ser los propulsores del dialogo y la armonía, consejeros sabios, han plasmado la fermentación que activa rencores, frustraciones y mediocridades para crear odio político. Ellos han impuesto el agravio y la descalificación como elementos del debate, por el rencor que tienen, que enciende el odio político, ante el empuje de una corriente nueva, ante la predica de un quehacer político acorde a los nuevos tiempos que impulsa a lo interno de la organización el nuevo líder y presidente del PRD, Miguel Vargas. La derecha ultraconservadora que encabeza Hipólito Mejía evidencia rencor evidencia desprecio social y nostalgias de Poder, Poder que ha perdido a lo interno y externo, esas conductas son típicas, cuando se inicia el relevo generacional, de frustraciones y mediocridades acumuladas. Recordemos,

una cosa es defender una idea o una acción, y otra muy distinta es vomitar acusaciones, burlas y desprecio. Pretenden que se le permita hasta premiar el disparar improperios y difamaciones a mansalva sobre la dirigencia legítima del PRD que encabeza el Presidente de la organización, Miguel Vargas. Un escenario político radical es posible estimularlo en forma perversa para beneficio propio si se alienta la confrontación irracional. Un líder (Hipólito Mejía) que con su verbo encendido utiliza palabras como aniquilar, pulverizar, etc. Está creando condiciones para que sus seguidores acaten sus palabras en forma literal. Ellos han entronizado una corriente de odio e intolerancia que, promovida por el hipolitismo, no solo divide al PRD, sino estaría dividiendo a la sociedad. Pero deben recordar, sobre los "peligros de fracturar los ánimos de la sociedad", y guardando la diferencia, debemos alertar, advertir que el odio a Perón, en Argentina, llevó a los bombardeos de Plaza de Mayo. Ese brutal ataque fue producto del odio y el primer capítulo de un plan que culminó con el Plan Cóndor en 1976, que sembraron y promovieron los que siempre se oponen a los procesos de transformación y cambio, no sólo porque pierden sus privilegios sino porque les resulta intolerable que los sectores populares puedan acceder a sus mismos beneficios. He dicho! El autor es periodista Fernandop25_@hotmail.com