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sábado, 20 de abril de 2013

MIGUEL VARGAS Y CAROLINA MEJIA GOMEZ ¡CESAR,NO LO CREO!

Por César Medina lobarnechea1@hotmail.com (Nota: titulo puesto por mí) Algunos con aspiraciones de futuro en el PRD comienzan a verla con recelo...Porque Hipólito Mejía no lo disimula. Menos aún, ha comenzado a “presentarla en sociedad” como su heredera política. Es Carolina Mejía Gómez, la segunda hija de su matrimonio con doña Rosa, economista avanzada de la escuela de José Luis Alemán, resuelta, decidida y de recio temperamento, como su padre. Quienes la conocen le atribuyen capacidad analítica, sagacidad profesional, garras políticas y condiciones de liderazgo parecidas a las de su padre, pero con refinamiento y sutileza... Como si fuera la combinación de la decencia y gentileza de su madre doña Rosa y la impetuosidad avasallante de su padre Hipólito... Con escuela, con formación, con academia, con entrenamiento. Pero, más que todo eso, con el nombre y el endoso de su papá, un político rústico, sin ningún refinamiento, pero poseedor de una magia poco común para convencer, atraer, cautivar, condiciones básicas en un buen líder para una sociedad poco exigente. Hay, no obstante, un gran escollo que superar: En su propio grupo dentro del PRD hay una fila larga. Y hay quienes creen que Carolina tendría que ponerse a la cola... ¡Que ni hablar de su mayor problema, que es la división que corroe a esa estructura partidaria! Pero proyectando el cuadro electoral a siete años, no puede descartarse que en el 2020 la gran confrontación se produzca entre dos mujeres: Margarita Vs. Carolina... ¿Primero Abinader? Con el caso de Luis Abinader se presenta un verdadero drama. En la cercanía de Hipólito lo minimizan comparándolo con la tayota: “Da lo mismo comérsela que echársela en un bolsillo...” Que aunque no pasa de un gracioso decir, erosiona una vieja y larga relación familiar y pone distancia política entre ellos. Una relación que viene desde los tiempos en que Luis y Felipe, el tercer hijo de Hipólito, fueron condiscípulos en el colegio Loyola y los padres de ambos, ministros en el gobierno de Antonio Guzmán, uno de Finanzas y el otro de Agricultura. De aquellos años nace la relación de esas dos familias, que no de la campaña electoral pasada cuando Luis acompañó a Hipólito en la fórmula electoral del PRD, como erróneamente piensan algunos despistados de la política local. Del coqueteo de Hipólito presentando a Carolina “en sociedad” es que ha venido el alejamiento real de Luis Abinader. Pero Luis no es el único que anda por ahí haciendo bembitas... También Guido Gómez Mazara. Hace unas cuantas semanas Hipólito fue a visitar a la esposa de Guido, operada de algo sin importancia, y estaba acompañado de su hija Carolina: ¡Guido, ven para que saludes a mi heredera política...!, dijo Hipólito en broma señalando a Carolina. -“¿Ah, pero es que usted cree, Presidente, que el PRD es una monarquía...?”, le respondió Guido sonriente pero tomando el asunto en serio. ¿Carolina a la vice? Para las elecciones de 2016, en tres años, Hipólito tendrá 75. Listo para el justo retiro. La lógica más elemental indica que Carolina Mejía sería una figura ideal para el relevo completando una boleta unitaria en el Partido Revolucionario Dominicano. Semejante fórmula abriría la posibilidad de la reunificación partidaria en el hipotético caso de producirse una sana y sincera intención unitaria sobre la base de que Miguel Vargas resigne la presidencia del partido a cambio de la candidatura presidencial del 2016 con Carolina a la Vicepresidencia. ¿...Y los otros están pintados en la pared? La pregunta es válida, pero “en política se hace lo que conviene”, y en el PRD el 98 por ciento lo tienen Hipólito y Miguel. ¡Los otros... son los otros!

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