NIÑO MUERE APLASTADO EN VERTEDERO DE RAFEY

NIÑO MUERE APLASTADO EN VERTEDERO DE RAFEY

Por Fernando Peña

Todo el que busca recolección de desechos en un vertedero, es obligado por la miseria en que vive. Niños, ancianos, mujeres, hombres, expuestos a contraer cualquier tipo de enfermedad infecciosa, intoxicarse por los fastuosos vapores que emanan del basurero, pero lo mas macabro y peligroso, quedar sumergido entra la basura cuando un camión lanza los desperdicios.

Esto último sucedió en el vertedero de Rafey de Santiago. El 23 de enero del año en curso un camión del Supermercado Jumbo tiraba basura y varios niños se pusieron a tras en espera que depositara la basura, sepultando a un niño de 11 años.

La basura cayó sobre los niños. Uno de nombre Ramón Antonio Toribio murió asfixiado, atrapado entre la mugre. Ese vertedero es un desastre.

Su madre, miembro del ejercito de los mas desheredado, excluida de la sociedad del bienestar, donde nos atosigan con los avances de la tecnología y de las bondades de una economía globalizante, nos expresa su dolor y su rabia: “Voy al vertedero de Rafey porque mis hijos no tienen qué comer, mi esposo no tiene trabajo y yo menos, en el vertedero nadie me impedía llevar a mis hijos, otros también lo hacen”.

Qué sociedad! En el centro los que disfrutan, en parte de la periferia los que sufren, y un poco más allá, el trabajo-sustento de los desheredados: el vertedero de Rafey, el barrio La Mosca.

En medio de esta tragedia, el pastor Pablo Ureña, sigue clamando: “ ¿Cuando será que nos escucharan? ¿Qué es lo que se está esperando para reaccionar? El tiene tiempo exigiendo ayuda de parte del Ayuntamiento para su Programa Niños con Esperanza, para ampliar su programa y acabar de recoger los niños que aun quedan asistiendo al vertedero de Rafey. Él aplica un programa de rescate de los niños del vertedero.

En el 2008, el niño de doce año, José Guillen (Papo), murió aplastado por un camión del vertedero de Rafey, cuando buscaba algo dentro de la basura. Murió por aplastamiento de la cabeza. Suman decenas los accidentes ocurridos.

Hace poco una señora quedó mutilada de sus extremidades por la misma causa.

El Ayuntamiento de Santiago se gasta decenas de millones de pesos mensuales en ese Vertedero de Rafey, se dice que no se está haciendo una gestión adecuada sobre los desechos sólidos, que hay que hacer un estudio del estado del vertedero, hay que ver que la estabilidad de los enclaves ya sellado o por sellar, poner mucho cuidado sobre las grietas que se formen en la superficie por donde emanan gases tóxicos y metanos.

De poco han valido los millones que, para “el adecuado manejo del vertedero de Rafey”, se le paga mensualmente a una compañía de unos de los asistentes del Síndico. El drama humano es el mismo, entre desperdicios, moscas, gusanos, garzas, perros famélicos y también vacas, niños, mujeres y hombres, en fin, los llamados “buzos”, a diario buscan, lo que puedan vender: plásticos, botellas, cartones, metales, ropa y hasta comida.

Hoy le ha tocado al niño Ramón Antonio, morir aplastado, llevaba una vida rodeada de basura.

Y lo más lamentable de todo es que a diario, los que viven alrededor de este vertedero, los habitantes de Santiago mueren lentamente, sin normas ni leyes que aplique una gestión de residuos medioambientales sostenible y saludable.

La agencia de Medio Ambiente de la ONU (UNEP) ha dicho que los humos y la contaminación directa del suelo causan enfermedades respiratorias a niños y adultos, como bronquitis y asma, problemas gastrointestinales, anemia y diferentes tipos de cáncer.

Necesitamos un gobierno municipal, un Síndico que aplique y promueva programas de desarrollo sostenible, que supere los problemas de contaminación ambiental y la pobreza extrema que se mueve alrededor del vertedero.

El autor es periodista
Frontera25_@hotmail.com