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martes, 2 de marzo de 2010

COMPROMISO POLITICO







Por Fernando Peña

Hay valores en la vida de los partidos políticos que no pueden ser marchitados, porque si se violentan se corre un riesgo político, a corto y largo plazo.

Cuando un político o un partido pierden la mística marcada por servicio a la Patria, por la lealtad y el respeto a los compromisos, puede caer en el más absoluto descrédito.

Es eso y no otra cosa lo que le ha pasado a gran parte de los partidos de América Latina, es por eso que muchos han caído en crisis. El informe de PNUD, “La Democracia en America Latina”, señala que en la gran mayoría de nuestros países los partidos políticos ocupan el cuarto lugar (29%), siendo superados por los grupos económicos (79.7%), los medios de comunicación (69%), y el Poder Ejecutivo (34%) .

Ese mismo informe destaca que el espacio de los partidos políticos está empezando a ser ocupado por otros actores -empresarios, sector financiero, medios de comunicación y organismos multilaterales de crédito- que determinan las agendas de los gobiernos sin tener que, como aquellos, confrontar el examen de las urnas.

Lo que estamos observando en el mundo político dominicano, la mudanza de connotados dirigentes de un partido a otro, por el incumplimiento de lo pactado, por la corriente personalista en los partidos, por la ausencia de democracia, por el déficit en representatividad, llevara a que nuestros ciudadanos encausen sus inquietudes, sus ansias por otros conductos.

Si se supiera manejar, la democracia nos ofrece una base para mediar entre proyectos individuales y colectivos, para tolerar y negociar la diferencia, y para exigir responsabilidades por las decisiones políticas.

Es inexcusable que lideres políticos rompan acuerdo, violenten resultados, solo para demostrar fortaleza en una loca carrera del Poder por el Poder. Demuestran que a sus empresas políticas no le importan que su conciencia sea susceptible de transacciones entre la ética, la honradez y las conveniencias u oportunidades del momento.

Ante todo lo que acontece en el mundillo político nuestro, uno no hace mas que recordar la conducta, la ética, la moral del líder doctor José Francisco Peña Gómez, que entre otras razones no llegó al Poder, a la presidencia de la Republica, por no traicionar, por no incumplir lo pactado, por no romper lo acordado, por no pactar con sectores no santo de la política nuestra.

Mas cuando uno entiende que política es todo; todo lo que nos rige como individuo de una sociedad como la nuestra, con código morales, éticos, religiosos y por supuesto legales, porque sino todo seria un desorden de padre y señor mío.

Pienso yo, reflexiono que nuestra moral nos dice todos los días qué es lo bueno, qué es lo malo; qué es lo justo y qué es lo injusto, de acuerdo, claro, al criterio que nos hemos formado desde chiquitines.
Creo que ante lo que está pasando en la política dominica, deberíamos, de vez en cuando, o mejor dicho, de cuando en vez, todos, hacer este tipo de reflexión.

El autor es periodista
Frontera25_@hotmail.com

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