LEONEL, CONTRA LAS CUERDAS

Por Fernando Peña
El diputado del Partido de la Liberación Dominicana (PLD)  por la circunscripción  3 del Distrito Nacional, Carlos Peña, quien aspiraba a reelegirse, denunció que fue víctima de una "mafia electoral" orquestada por compañeros de su propio partido para quitarle votos a su candidatura.

El diputado del Partido de la Liberación Dominicana(PLD), Domingo Páez, denuncio que en esa organización opera una “estructura mafiosa, muy poderosa, con mucho dinero y de largo alcance” que impidió su triunfo en las elecciones congresuales y municipales del 16 de este mes. Afirmo que el fraude en su contra consistió en utilizar cuantiosas sumas de dinero para comprar sus adeptos.

A todo esto hay que agregar las denuncias, las pruebas documentales y testifícales de fraude electoral que ha presentado el Partido Revolucionario Dominicano. El escándalo es creciente, estamos ante una situación peligrosa que solo se hace eficaz si la opinión pública no se moviliza y reacciona ante esta suciedad y bajeza, que es un desprecio a la voluntad de los votantes.

Estas situaciones denunciadas es un símbolo de la podredumbre y de la baja calidad de la democracia en que vivimos. De la ruina ética de la clase política dominicana, de la degeneración mercenaria de las elites que nos des gobiernan.

Es verdad lo que dice el distinguido intelectual y politólogo español, Francisco Rubiele: “esa avaricia es, al igual que la corrupción pública, la consecuencia del enorme déficit ético que ha podrido el mundo, especialmente el liderazgo y el poder, causa también de que el dinero público se robe, enriquezca a los que no lo merecen, financie fábricas de armas y sustente privilegios y ventajas de castas sin un gramo de ética, férreamente afincadas en el Estadio y en sus aledaños”.

Y se pregunta:“¿Cual es la razón del terrible déficit ético de nuestro mundo? ¿Por qué nuestros dirigentes huyen de los códigos éticos como almas que llevan dentro al diablo? ¿Por qué la ética no es una exigencia básica del sistema, siendo, como es, su alma y su columna vertebral?”

Y seguida nos dice: “El Poder siempre le ha tenido pánico a la ética y a los virtuosos, razón que explica por que desde los palacios de gobierno se ampara el vicio y la corrupción y se esparce la maldad, la división, el enfrentamiento y la vileza. Es evidente que resulta mas fácil aprovecharse de las ventajas del poder cuando se gobierna a un rebaño envilecido y acobardado. Gobernar a seres libres, responsables y virtuosos haría imposible la rapiña y los desmanes del poder. Sin ética, los pueblos se desmoralizan, pierden el respeto a si mismo, se sienten inermes, se acobardan y se someten a los señores. El poder conoce ese mecanismo y ha procurado siempre envilecer para dominar”.

Ante esta crisis histórica que vivimos los dominicanos, ¿como es posible tanta pasividad, que no reaccionemos con furia y rabia contra los políticos que nos han arrebatado hasta la esperanza?

Cómo es posible que no reaccionemos ante el creciente fenómenos del auge de las drogas, la corrupción, la falta de los servicios básicos, el abuso del poder con la utilización descarada de los recursos públicos en compra de voluntades.

En verdad, penosamente tenemos que admitir que solo hay una explicación, la falta de ética en todos los estratos de nuestra sociedad, desde el gobierno, los partidos políticos, la prensa, las instituciones todas y los ciudadanos que son capaces de vender su voto por unos míseros pesos.

Leone ha hipnotizado a la gente, le ha impuesto sus mentiras, ha logrado simular sus fracasos, en fin, con la propaganda, con la manipulación profesional de la realidad, pagado con el erario publico, ha logrado alejar el castigo que merece por su actitud contra el pueblo dominicano.

Ante esta realidad que nos golpea, ante el peligro inminente de una verdadera gobernabilidad, ante el peligro absolutista que pende sobre nuestra aun débil democracia, debemos leer y leer, hasta que se quede esculpido en el corazón y la mente de cada dominicano, el mas hermoso párrafo de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, sin dudas el mayor monumento escrito a la libertad y a la dignidad de los demócratas:

"Sostenemos como evidentes en sí mismas estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre éstos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se haga destructora de estos principios, el pueblo tiene el derecho a reformarla o abolirla e instituir un nuevo gobierno que se funde en dichos principios, y a organizar sus poderes en la forma que a su juicio ofrecerá las mayores probabilidades de alcanzar su seguridad y felicidad. La prudencia, claro está, aconsejará que no se cambie por motivos leves y transitorios gobiernos de antiguo establecidos; y, en efecto, toda la experiencia ha demostrado que la humanidad está más dispuesta a padecer, mientras los males sean tolerables, que a hacerse justicia aboliendo las formas a que está acostumbrada. Pero cuando una larga serie de abusos y usurpaciones, dirigida invariablemente al mismo objetivo, evidencia el designio de someter al pueblo a un despotismo absoluto, es su derecho, es su deber, derrocar ese gobierno y proveer de nuevas salvaguardas para su futura seguridad y su felicidad."
El autor es periodista
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