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lunes, 28 de junio de 2010

HIPOLITO Y MIGUEL: LA HISTORIA LES JUZGARA



Por Fernando Peña
El que Leonel Fernández se haya convertido en el nuevo caudillo que es hoy, se le debe a las rebatiñas alocadas de la cúpula del PRD, a los grandes empresarios y grupos conservadores del país.

Por esa rebatiñas alocadas, hoy el PRD, auque es el principal partido de oposición no ha presentado una línea de oposición coherente al gobierno, solo vemos ataques extremos entre ellos, atacándose como si fuesen enemigos mortales de diferentes partidos.

Ha sido un grave error del PRD. Están castrado la renovación necesaria, la evolución histórica del partido blanco.

Y principalmente ha sido un grave error del ing. Hipólito Mejía, él debió ser la garantía de unidad, de cambio del PRD.

Nadie le puede negar a Hipólito Mejía su liderazgo en el PRD, pero él debió entender que ha estado en minoría en la organización, y que por su estatura política, por el sentido histórico, es el llamado ha garantizar la armonía, el respeto y la integración.

Miguel Vargas por igual ha cometido sus errores, pero él no es culpable del desempeño electoral del PRD, de no haber sacado un senador, esa derrota, así como la victoria de colocar al PRD como el más votado de partido a partido frente al PLD, es producto de diferentes factores.

¿Acaso fue Hipólito Mejía culpable de las derrotas sufridas por el PRD en 1996, 2004, 2006 y 2008? No. De ninguna manera.

Es un error de algunos dirigentes del partido blanco pedir la guillotina política e incluso atreverse en una actitud divisionista obstaculizar el ejercicio político y solicitar que Miguel Vargas renuncia de la presidencia del partido.

Quizás, Miguel Vargas debió seguir su proceso de renovación del PRD, de adecuarlo a los nuevos tiempos desde una posición de unidad y negociación interna, sin renunciar a los principios y a las ideas centrales de su proyecto. En ese proceso, dada las circunstancias actuales que vive el PRD, talvez no debió Miguel Vargas buscar ser el líder, el candidato y el presidente.

Solo ese Titán de la política dominicana José Francisco Peña Gómez podía darse ese lujo ganado.

Para Miguel Vargas lograr ese objetivo tenia entonces que tener el puño de hierro y atreverse a expulsar, o someter a la disciplina partidaria, a los demonios del PRD que le han obstaculizado el cumplir su propósito, y que no lo aceptan ni como líder, ni como presidente del PRD ni lo quieren como candidato.

A pesar de ello, el mejor activo político de cara a las elecciones presidenciales a celebrarse en el 2012 lo constituye el ing. Miguel Vargas, es el que tiene menos obstáculos, es a él a quien menos se le cerrarían los caminos para que el PRD vuelva al Poder.

Las razones sobran enumerarlas.

Ante el posicionamiento de Leonel Fernández como nuevo caudillo, y líder de su partido, Hipólito Mejía quería hacer otro tanto y vio en Miguel Vargas su obstáculo principal, es por ello que desata los demonios en el partido blanco, y a sangre y fuego trata de impedir el posicionamiento institucional y político de Miguel Vargas en el PRD.

Aquí se da el cuadro de un ex presidente que quiere volver al Poder, un nuevo líder que lucha por llegar al Poder y un presidente en ejercicio que se las arreglas, a como dé lugar, para extenderse en el Poder peso a los limites constitucionales.

Pero, este cuadro político es peligroso, estos nuevos caudillos en su afán de polarizar pueden desintitucionalizar el sistema político, convirtiéndose en un riesgo para la democracia.

Observen que ellos y sus pugnas son lo que han pasado a dominar la política en nuestro país.

Hipólito Mejía y Miguel Vargas tienen la obligación y el deber de buscar una salida institucional a sus confrontaciones y adversidades. De no hacerlo seguirán sumiendo al PRD en la crisis, y lo alejan más y más del Poder. Ellos, y solo ellos pueden acabar con la crisis interna, con las divisiones, con las fugas de dirigentes y votantes.

La unidad de Miguel e Hipólito debe darse ya, ahora, pensar en el pueblo, en los militantes y dirigentes del PRD de a pie, extirpar las malquerencias y restañar las heridas reales o imaginarias. Trabajar cada uno por lograr su objetivo de ser candidato presidencial, porque en definitiva al final, sea cual sea el ganador, solo habrá una victoria, que será el triunfo del PRD.

El PRD puede llegar nueva vez al Poder solo con la unidad y la renovación, con el empoderamiento de las gentes que clama por reivindicaciones sociales, económicas y políticas.

La unidad de estos dos gladiadores impedirá la permanencia en el Poder del PLD y el continuismo de Leonel Fernández. Esa es la única formula para enfrentar con éxito a Leonel Fernández, porque con los poderes que disfruta, siempre tendrá una ventaja por encima de la oposición, hasta el extremo de violentar las restricciones que le impiden continuar.
¡A Hipólito y a Miguel, la historia les juzgará!

El autor es periodista

www.frontera25.blogspot.com Frontera25_@hotmail.com

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