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jueves, 1 de julio de 2010

LA CRISIS ENTRE HIPOLITO Y MIGUEL




Por Fernando Peña

La lucha entre los partidarios de Miguel e Hipólito se eleva a cada instante. La convocatoria de reunión de la Comisión Política representa una verdadera lucha de intereses.

Cualquier instrucción, cualquier reunión, cualquier elección de un dirigente para la realización del mas mínimo trabajo representa una lucha de demonios.

Ahora, ante la proximidad de la convención del PRD las cosas están más complicadas. Hipólito está tirado a la calle del medio en busca de agenciarse el favor de los perredeistas para ser el candidato presidencial del partido blanco. Esto es un reto para Miguel Vargas que está colocado en la primera fila, en el camino hacia la toma del poder, del gobierno.

Previo a la convención, previo a reunir a la Comisión Política del PRD, Hipólito y sus dirigentes presionan para poner como prioridad reuniones de subgrupos para hacer acuerdos de aposentos, para llegar a acuerdos de “unidad” que castra la institucionalidad, y retrotraer al partido blanco a las repartideras de puestos y la negociación de grupos.

Si Miguel Vargas con su mayoría en el PRD no se moviliza a lo interno, no activa un movimiento de masas para que se respete la institucionalidad, para que se respeten las reglas de elección de los nuevos integrantes de la Comisión Política, sufrirá una derrota con consecuencias catastróficas para sus aspiraciones presidenciales.

Hay tensión y nerviosismo en las instancias del partido blanco.

Si quieren salir de esta crisis deben entender que lo primero es respetar la institucionalidad, respetar a la mayoría…si no quieren destruir definitivamente la posibilidad de volver al Poder deben crear un organismo superior con reglas claras y poder decisivo, para conducir la Convención del PRD.

Ese es el problema. Es Político. El problema es Miguel Vargas, es la mayoría que representa en el PRD.

Parece que ante esta realidad, ante el dominio que presenta Miguel Vargas de los organismos y la militancia del PRD, los contrarios apuestan al caos, a poner las condiciones difíciles para hacer el trabajo institucional, y se de el fracaso de la convención del partido.

Ello facilitaría una formula de avenencia que empujaría a “resolver” el impasse entre Hipólito y Miguel, claro, esto afectaría de manera contundente la popularidad maltrecha del partido blanco y bajaría la ofensivas de los dirigentes y militantes de la organización.

En el PRD aun predominan los intereses grupales y el anhelo de sus dirigentes por conservar cuotas de poder interno, poniendo estos por encima del interés general, de la victoria electoral de la organización.

Mientras tanto, subestiman a Leonel Fernández, se descuidan de su adversario fundamental, el que nunca ha escondido su peligrosidad como luchador y estratega político.

Si siguen así, Leonel se queda en el Palacio.

El autor es periodista
www.frontera25.blogspot.com
frontera25_@hotmail.com

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